Nos encanta atesorar. Una cartera, un par de zapatos, un perfume, un libro, una lámpara, una foto, un amigo. Atesoramos recuerdos de amores fugaces, de lugares que visitamos, de romances eternos, de films que nos inspiraron, de personas que conocimos a lo largo de nuestras vidas.
Así es que llegamos con «Basic Instincts». Un romance por la moda, por el estilo de vida, por el lujo, los colores, la comida, los perfumes, la belleza, las modelos, el cine, la decoración, y los famosos. Un amor que es instictivo, que nos sale natural, porque somos humanos. Un romance que, tal como lo muestran nuestras fotos editoriales, las entrevistas, las notas y las historias que contamos, es mucho más que el amor de dos personas.
Va más allá de la ropa y de la moda en sí. Porque lo que amamos no es una prenda o un objeto que tenemos porque sí, sino porque nos representa una historia, un recuerdo, un sentimiento, una memoria de algo que vivimos y queremos atesorar. Como atesoran recuerdos los personajes entrevistados por la diseñadora Erin Kleinberg y la estilista Stephanie Mark, los creadores de The Coveteur, una web que no vas a querer dejar de visitar.
En el mundo de lo digital, lo virtual, lo inmediato y lo instantáneo, guardar pequeños tesoros que de cierto modo detienen el tiempo es algo maravilloso, y seguramente ustedes también tienen uno. ¿El mio? El vestido que mi abuela usó para su casamiento por civil allá por los años 50. Un tesoro que me regaló hace muchos años, y que para ella tenía un significado invaluable. Para mi, mucho más. Y no queda ahí. Mi clutch negro, unos pumps acharolados, mis libros y mis revistas de moda. Y recuerdo, más recuerdos.
Eso sí, no hay que perder de vista lo básico y lo necesario. Por suerte, el estilista Emi Milesci tiene ese don especial para hacernos abrir los ojos y ver que lo que en realidad nos está faltando no ese abrigo de la pasarela, sino una camisa blanca, un jean, un trench. Una prenda básica.
Bisous,
Betsy.-
