Charla con Karina Aragón
En 1909 Coco diseñó su primera prenda, y comenzó a marcar su camino como ícono de moda. Karina cuenta qué la identifica y porqué es un personaje tan relevante para la moda internacional.
A 100 años del primer sombrero diseñado por Gabrielle Coco Chanel, el mundo de la moda se revolucionó. 2009 fue el año en que más se habló y más se publicó acerca de Mademoiselle Chanel. La colección de primavera-verano 2009 de la marca que lleva su nombre, ahora a cargo del kaiser de la moda, Karl Lagerfeld, contó como era de esperarse con un homenaje a Coco. “Las modelos llevaban carteras que simulaban las bolsitas de compras de Chanel”, cuenta Karina Aragón, productora de moda y de desfiles. A su vez, se presentó la película “Coco avant Chanel”, y el libro “Descubriendo a Coco”. “Lagerfeld sacó una producción en la revista Vogue francesa reflejando la estética de Chanel. Adentro de esta revista hay notas de distintos diseñadores, todo inspirado en ella”.
– ¿Pensás que puede en algún momento pasar de moda Chanel?
– Ella decía “la moda es todo lo que pasa de moda”. Pero, cuando Chanel comenzó fue una vanguardista. Porque ella hizo cosas que nunca nadie había hecho. Creó la moda que existe hoy, comenzó con la moda moderna, y se convirtió en un clásico. Perduró su estilo y su estética.
– ¿Qué es lo que la vuelve un ícono de la moda?
– Ella sabía imponerse, y pudo acaparar toda la clase social alta. Le puso pantalones a la mujer y le cortó el pelo. Tenía un carácter fuerte, y en parte hizo lo que quiso. Cuando ella empieza a diseñar, se usaban sombreros gigantescos, que algunos hasta llevaban pájaros arriba. Y esta moda diferenciaba las clases, lo usaban las clases sociales altas. Es difícil lograr que esas mujeres usen algo totalmente opuesto y sencillo. Pero su ropa era consumida por esas mismas mujeres de clases sociales altas.
-¿Lo hacía porque odiaba a las mujeres?
– Para ella debe haber sido todo un desafío, y se lo habrá propuesto. Pero la influencia estaba probablemente en su manera de relacionarse con los hombres. Desde su infancia de pobreza y abandono, ella debe haber tenido un sueño y fue directo a llevarlo a cabo como sea. No tuvo ningún problema en hacer lo que sea necesario y lograr su objetivo, que de hecho lo logró.
-¿Cómo era la relación con los colegas?
– Chanel se odiaba con todos. Ella era única, y se comportaba con mucha soberbia. Hay un libro que se llama “Víctimas de la moda” donde habla de Coco Chanel en sus comienzos y cuenta una anécdota que me encanta. Antes de Chanel, Paul Poiret aparece como liberador de la mujer y del corset, y estaba posicionado entre las clases altas, y las fiestas. Pero termina totalmente fundido. El libro cuenta que en algún momento ellos se cruzaron y Chanel iba toda vestida de negro, porque ella amaba el negro. Y Poiret le dijo en tono de cargada: “De quien está de luto?” y ella le dijo: “De usted, mi querido”. Ella lo destronó y pasó a ocupar su lugar, porque él se funde y ella pasa a ser un ícono de la moda.
Karina Aragón es también docente en Espacio Buenos Aires y en la Universidad de Palermo, donde enseña Vestuario, Producción, Desfiles e Introducción a la moda. Antes de estudiar fotografía y cine, se recibió de Técnica en Electromecánica, porque quería ser Ingeniera Industrial. “Todo sirve”, aclara Karina. “El conocimiento que uno va acumulando es lo que después hace que tu trabajo tenga un enfoque diferente. Hay muchos que hacen lo mismo y todo el conocimiento de distintas áreas, no quedarse sólo en la moda, hace una diferencia. Si bien contrato a un electricista, me sirve ser técnica a la hora de armar un backstage, y haber estudiado cine, iluminación y vestuario, da un toque cinematográfico a lo que hago”.
– Si tuvieras que hacer una producción inspirada en Chanel, ¿Cómo sería?
– Sin que fuera una copia, lo que no podría faltar es una camelia, el blanco y el negro. La haría totalmente en blanco y negro. Sería sofisticada y elegante, con un toque masculino. Tal vez usaría a una modelo andrógina. Así sería una inspiración fiel.
– ¿Qué es lo que representa al estilo Chanel?
– El traje de tweed con la falda a 4 costuras, en blanco y negro, todo ribeteado, y con una camelia. Esto va a estar siempre en la moda. Podés ver un desfile del ’50 y uno de hoy y vas a ver la evolución, pero adaptado.
– ¿Encontrás gente en la calle con cosas Chanel?
– En realidad, acá no hay venta de Chanel. En cuanto a la estética, veo muy poca gente y calculo que se debe ver más en Francia. Salvando las distancias, muy poca gente puede ir vestida al estilo Chanel. Es un clásico, es cómodo y es medio tirando a lo masculino, si bien ahora Lagerfeld lo ha llevado a más femenino. Pero es sofisticado y elegante. Esa elegancia muy pocas mujeres en el mundo la pueden tener. Aunque hoy sea normal ver a una mujer en pantalones.
– ¿Cómo ves a los diseñadores actuales?
– Tienen mucha creatividad, y cada uno tiene su estilo. Hay diseladores muy de vanguardia, como McQueen o Galliano, o diseñadores orientales que son lo que rompen con la moda tradicional. Pero desde el ’90 hasta ahora no se ha inventado nada nuevo, y estamos esperando. A medida que avanza la moda, es casi imposible imaginar a alguien en este mundo actual que pueda hacer lo que hizo Gabrielle Chanel. Tendría que inventar algo que rompa con todo lo conocido hasta hoy, como ella que quebró lo conocido hasta su momento.
– ¿Y los diseñadores argentinos?
– Pablo Ramirez es el que más me gusta, que también hace todo en blanco y negro. Me gusta su austeridad y elegancia. Vicki Otero me encanta, y todavía es más austera que Pablo. Y Verónica de la Canal es mucho brillo y pluma. Es años 20, pero en otra ciudad. En Chicago estaba eso, las plumas y el brillo, la liberación de la mujer después de la Primera Guerra Mundial. Estaba muy presente el Charleston que destapaba a las mujeres y mostraban las piernas. Y Chanel también de esa época toma la influencia andrógina. La mujer pasaba de usar corset con una silueta de reloj de arena, a aplastarse el busto para parecer un chico.
– ¿Cómo lo ves a Karl Lagerfeld?
– Lo admiro con locura. Me parece que no habría mejor manera de representar a Chanel que del modo en que lo hace él. Lo ha logrado hacer femenino y delicado, y cada una de sus colecciones es un homenaje a Chanel. Eso habla de cómo un diseñador puede mantener el estilo de una marca. A veces los diseñadores pasan por marcas de trayectoria y de estilo muy marcado, y no siempre lo respetan, y tampoco duran.
– ¿Usás vos alguna prenda Chanel?
– De la marca nada, porque es imposible. Pero tengo unos zapatitos blancos con la punta negra que son invento de Chanel, llevados a la mujer: el zapato bicolor.
Karina Aragón es una mujer sencilla que si bien no aparenta ser una fashion victim, está a la moda con un pantalón blanco, una remera suelta y un par de botas de lluvia Hunter en color rosa, que se vieron en las vidrieras de los locales más top de Buenos Aires. Claramente amante de la moda, y por sobre todas las cosas de Gabrielle Chanel, Karina nos abre las puertas de sus conocimientos, y estamos muy agradecidas.
Por Betsabé C. Saúl
Fotos: Style
