Ritual del día: Mirarse al espejo

Es una actividad que está implícita en la rutina de toda mujer, ya sea para vernos de cuerpo entero o maquillarnos apresuradamente antes de salir, nuestro amigo el espejo está ahí presente recordándonos algo, nuestra presencia.

Y ustedes dirán ¿por qué tan existencialista? Pero seamos sinceras chicas, ¿cuántas de nosotras se ve en el espejo y no quiere cambiarse algo? El corte de pelo, el color, la ropa que elegimos a las corridas, la forma en que nos proyectamos y muchas otras cuestiones que están ligadas a la relación que tenemos con la imagen.

Nos damos a la tarea de revisar mucho material gráfico y de leer lo último en tendencias para ver si esto puede ayudarnos al momento de vestir, en la manera en como compramos y hasta incluso para aliviar la ansiedad de que estamos haciendo una elección correcta de prendas/colores. Pero más allá de ese breve alivio ¿qué hay? Quizás más inquietudes o una sensación de que tendríamos que invertir miles para lograr lo que buscamos, amigarnos con la imagen personal.

Parte de la rutina también podría ser incluir algunos piropos cuando nos miramos al espejo, enfocar nuestra atención hacia lo que sabemos que nos hace sentir cómodas, bellas, deseables y no desperdiciar horas recordándonos qué es lo que no debería ser “de tal manera” en nuestro cuerpo. ¿Es fácil? Para nada, y de hecho es un ejercicio diario  el apostar por lo bueno que tenemos considerando que se trata de una inversión a largo plazo.

La necesidad de una aprobación constante, de sobresalir entre los demás es algo superficial, lo que sí vale es aprobarse a uno mismo y combatir obstáculos respecto a los estereotipos que tenemos sobre imagen “ideal”. En ese entrenamiento es que pueden aparecer varios aliados, entre ellos, la guía de un asesor de imagen quien debe encargarse de amigarte contigo misma apreciando lo que eres y ayudándote a potenciar lo mejor.

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Después las respuestas las hallarás en la sonrisa que te regales al mirarte al espejo y por supuesto en la  certeza que tengas al elegir las prendas para vestirte, basándote no en una imposición sino en tu comodidad, esa que te permite mostrarte tal cual eres y que te hace merecedora de la aprobación más importante, la tuya.

* Ana María Maya
Ecuatoriana y periodista; estudió también Producción de Moda y Asesoramiento de Imagen. Es la autora del blog Hablemos de Moda Ya! y desde el 2015 vive en Londres abriéndose nuevos horizontes personales y profesionales. Escribe, dicta cursos y charlas, participa de eventos y acompaña mujeres en busca del qué usar.

 

Ana Maria Maya

Colaboradora

Ecuatoriana y periodista; estudió también Producción de Moda y Asesoramiento de Imagen. Es la autora del blog Hablemos de Moda Ya! y desde el 2015 vive en Londres abriéndose nuevos horizontes personales y profesionales. Escribe, dicta cursos y charlas, participa de eventos y acompaña mujeres en busca del qué usar.