Todas las siluetas son bellas

Esta aclaración debería estar en nuestra mente porque es totalmente cierto. ¿De dónde surge esta aclaración? De la historia de la moda y de cómo han transitado distintas tendencias a lo largo de las últimas décadas. Les haré un repaso breve para que puedan convencerse de esta conclusión que a mi parecer es el leitmotiv de muchos de los que trabajamos en imagen personal.

En un anterior post mencionamos los tipos de silueta, las cuales se basan en nuestra diversidad como mujeres. Si bien es cierto los nombres como “silueta rectángulo, pera o manzana” a veces nos suenan un tanto fríos, no son más que para familiarizarnos e identificar de forma más clara el cómo apreciamos las líneas de nuestra silueta.

Ahora, cada una de estas siluetas tuvo su gran momento en determinada década (después de 1910) y se impusieron como tendencia, llevando a mujeres incluso a forzarse para encajar en un molde que según la época estaba socialmente aceptado (algo que sucede hasta nuestros días lamentablemente).

1920

La silueta rectángulo tuvo su apogeo en esta época donde las mujeres lucían vestidos de líneas rectas y hasta ocultaban el volumen de su busto utilizando cinta para envolverse a manera de faja. Las flappers, bailarinas y mujeres con un pensamiento liberal eran el “ideal” de belleza de los 20’ luciendo “slipdresses” de seda que generaban una silueta un tanto lánguida y rectangular acompañada de mucho brillo.

1940/1950

El gran cambio se empieza a notar a finales de los 40 cuando las mujeres empiezan a insertarse de forma más activa en el campo laboral utilizando trajes de dos piezas de sastrería con un molde más ajustado al cuerpo, mostrando así una silueta más femenina con énfasis en las caderas. La silueta pera (con volumen en la parte inferior del cuerpo) se convierte en un “boom” gracias a la imagen de la “Pin Up”, así como de las súper arregladas mujeres de la época con faldas pomposas midi y blusas a manera de corsé que ciñen la cintura y realzan el busto. Si antes se ocultaban las curvas, en los 50’ todas querían lucirlas.

1960

Nuevamente los vestidos rectangulares toman fuerza y la silueta se adapta a ello. Mujeres con mucha más libertad en todo sentido se presentan a través de prendas libradas de fajas pero con estructura geométrica. A finales de los 60’ y entrados los 70’ la onda hippie se toma la moda y el surgimiento de pantalones acampanados (oxford) y plataformas para estilizar las piernas causa gran impacto. A diferencia de los 20’ la imagen deja de tener un matiz naif para muchas mujeres.

1980

Es el momento de la silueta triángulo invertido. Uso de blazers y camisas com hombreras que enfatizan el volumen de la espalda se empieza a propagar. ¿Un ícono del momento? Madona y sus extravagantes apariciones con colores flúo y metalizados para proyectar una imagen de poder femenino. El uso de pantalones de tiro medio y alto también es una tendencia y ahora las mujeres quieren pisar fuerte en todo ámbito social y laboral. Las caderas amplias se ocultan y se da mayor importancia a la parte superior del cuerpo para denotar igualdad con el género masculino.

1990

El surgimiento de un nuevo ideal de belleza en la industria de la moda (Top Models), hace que la imagen se incline hacia conseguir una silueta reloj de arena. Hombros y caderas alineadas a la misma altura y cintura súper angosta. Lamentablemente como efecto se da el surgimiento de trastornos alimenticios a manera de “tendencia” así como también la propagación de las cirugías plásticas como alternativas para crear el denominado “cuerpo perfecto”. Lo sporty se pone de moda y el uso de prendas que realcen las curvas desde un lado sensual y atlético también se insertan en el consumo de la moda.

2000/2010

Luego de la mirada un tanto superficial y extrema que se pudo dar a la imagen, la intención es darle un alivio al cuerpo y a la mente. La forma en cómo asimilamos nuestra silueta cambia y se empiezan a generar distintos moldes en la industria de la moda. La aparición de campañas en pro de la diversidad se hace cada vez más fuerte (lentamente) y ahora nos encontramos en una era de cambio consciente que busca lo saludable y armonioso. Siluetas como reloj de arena, rectangular, triángulo invertido, pera y manzana son perfectamente aceptadas y comprendidas como un ideal belleza sin prejuicios.

Ana Maria Maya

Colaboradora

Ecuatoriana y periodista; estudió también Producción de Moda y Asesoramiento de Imagen. Es la autora del blog Hablemos de Moda Ya! y desde el 2015 vive en Londres abriéndose nuevos horizontes personales y profesionales. Escribe, dicta cursos y charlas, participa de eventos y acompaña mujeres en busca del qué usar.