Trabajar en moda

Una interesante reflexión acerca del atractivo mundo de la moda, en Argentina
y en el resto del mundo.

Trabajar en moda no es fácil.

Hago esta aseveración una vez que he tenido la oportunidad de probar tres lugares completamente distintos entre sí.

Uno me llevó a descubrir el lado creativo en su máximo potencial, otro me enseñó a lidiar con una sociedad que desconocía por completo el sistema de esta industria y por último he estado explorando uno donde la competencia y el mercado están dispuestos a todo con tal de lograr sus objetivos.

Luego de descifrar las formas y cultura de un lugar, es más fácil aprender y poner en práctica lo aprendido. Pero también habrá altibajos, por lo cual asevero que trabajar en moda no es fácil.

Tiene su lado encantador, está la oportunidad de conocer muchísima gente increíble y hasta se desarrolla un estilo para zambullirse en un mercado competitivo como lo es éste. Y es que aparte de quedarnos en el campo de la moda, también está el de la comunicación digital. Uno menos explorado aún en América Latina.

Londres al igual que otras capitales de la moda como Nueva York, Milán y París, trata de lidiar con los cambios constantes. No obstante Londres puede ser de las más arriesgadas. Adaptarse es parte de su identidad y mucho mas cuando se trata de ver la arista comercial. Tan sencillo como que llegue la época de acreditación para la semana de la moda, y que exista la opción de aplicar como fashion blogger, sin que eso signifique privarse de derechos como los que tiene cualquier otro medio de comunicación.

Están los requisitos y las reglas para lograr adentrarse y ser parte de este sistema (obvio). Y es totalmente válido cuando se trata de una acreditación. ¿En qué se fijan las marcas? ¿los organizadores? ¿o el mercado en sí? Para sorpresa de mucho, no solo en un número impactante en una red social, sino en una sólida  comunidad de lectores, basada en informes con datos y enlaces reales que le permiten al British Fashion Council verificarlos.

Así es como también el sistema se protege de invertir importantes presupuestos en publicidad que luego quedarán en el olvido. Lo importante es que el sistema lo acepta y funciona.
Marcas de diseño emergente, así como también firmas establecidas han aprendido a enfocar su atención en un público ávido de contenido digital y en función de eso se han proliferado los eventos pensados para ser fotografiados, y contados en tiempo real.

Desde el otro lado habrá posturas más convencionales y que critiquen la forma efímera en la que se consume todo, pero es  el tiempo en que estamos y las marcas lo saben.

Esto puede incitar a una acelerada producción, si, pero a su vez le abre paso a una nueva generación que tiene ganas de contar historias desde otro ángulo. Con imágenes, videos, audios y textos más dinámicos ¿y saben que? es parte de la evolución de la comunicación.

Por supuesto tendremos un atisbo de nostalgia cuando pensemos en la emoción que nos daba esperar a que llegue nuestra revista favorita en el quiosco, pero también podremos descubrir nuevos canales que nos den exactamente el tipo de información que necesitamos.

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En Londres, tener un medio digital te hace partícipe del gremio de la comunicación, te hace ser un constante activo de la industria y te permite desarrollarte como emprendedor. De no ser así, no se hubiera tomado la medida de incluirlos como parte de un programa de difusión y marketing. Una vez más, las marcas y agencias de prensa lo saben y respetan.

Enviar un correo, solicitar una entrevista, tener la oportunidad de visitar showrooms y presentarse como un canal  para hacer promoción profesional de los productos que las marcas ofrecen es posible y tan bien visto, que hasta desconcierta.

Claro que el prestigio de las grandes revistas de moda prevalece, pero hasta estas han tomado medidas con tal de no quedarse atrás de la oleada digital. ¿Muestras de ello? British Vogue ha lanzado series online a través de Youtube con Alexa Chung como presentadora y exploradora de una industria que se desarrolla, lucha y reinventa según la demanda del público.

En esta serie se habla de la creación de plataformas digitales como negocio, sin ningún tipo de prejuicio. Así el debate se abre y quienes trabajan detrás de un ordenador se preguntan por qué tanto escepticismo. Si funciona en las grandes capitales, por qué no en los países que quieren seguir sus pasos.

¿Qué opinan ustedes? ¿Estamos a años luz de entrar en este ritmo?

*Artículo original publicado en la Revista Slm

Ana Maria Maya

Colaboradora

Ecuatoriana y periodista; estudió también Producción de Moda y Asesoramiento de Imagen. Es la autora del blog Hablemos de Moda Ya! y desde el 2015 vive en Londres abriéndose nuevos horizontes personales y profesionales. Escribe, dicta cursos y charlas, participa de eventos y acompaña mujeres en busca del qué usar.