Cajas de belleza, shopping online y su relación con las bloggers.
Comunicarse con la belleza. Sentirla. Probarla. Experimentar. Divertirse. En un mix de experiencias, las cajitas de belleza llegaron para quedarse. Priscilla Maciel es una de las creadoras de Almabox, pionera en el mercado de belleza.
Inglot, L’Orèal, La Roche Posay, Givenchy, L’Occitane, son algunas de las marcas que cada mes, las clientas reciben en su casa para testear. «Le llega al consumidor una cajita sorpresa y es un servicio de descubrimiento, precisa Priscilla. «No es una caja de producto en sí, que te conviene porque es más barato. Intentamos seleccionar lo mejor para que prueben. Que te lleguen y puedas luego decidir si compras o no compras.»
Almabox es una gran comunidad de belleza, que reune notas de interés y contenidos de belleza, para comunicar nuevos lanzamientos y promociones y consultar a los especialistas. «Las usuarias envian consultas por mail o vía Facebook y los expertos responden.»
A ellos se suman las bloggers, parte de la comunidad virtual. «Ellas reciben su caja y nos dan su opinión. Pero, no tienen obligación de escribir bien sobre la caja. Queremos que realmente estén conformes con lo que reciben, y que mantengan su credibilidad como bloggers.» Y ese es el objetivo. Que todas las clientas estén contentas con lo que reciben, aunque «nunca eso se puede lograr, pero intentamos que así sea,» detalla.
Eso no es todo. A fines del año pasado lanzaron Almashopping, un espacio virtual con una amplia variedad de productos «premium y no tan premium pero que están de moda, como por ejemplo el nail art. Incorporamos cosas más novedosas, accesibles y divertidas.»
El fin es el mimo. «Que la mujer se sienta mimada con la caja, y contenida también.» Tanto desde la respuesta de emails, como desde los descuentos, los puntos de descuento y los tips para verse y sentirse más lindas.
