Seguro se habrán dado cuenta que hay colores con los que se llevan mejor. Y no, no tiene que ver con el favorito de cada una porque en muchos casos eso no lo tomamos en cuenta a la hora de comprar o combinar prendas, mas bien tiene que ver con un “instinto” que nos guía al uso de determinada paleta de colores, y ¿saben qué? eso tiene mucho sentido porque es precisamente de lo que hablaremos hoy, colorimetría básica.
Si alguna vez escucharon este término es porque últimamente el asesoramiento de imagen se ha instalado como uno de los servicios más útiles al momento de consumir moda. Para resumirles, la colorimetría es un estudio de color personal, donde se toma en cuenta el tono de piel, cabello y ojos y en relación a eso se asigna una “estación” que contiene una gama de colores ideales para cada persona.
Si nunca escucharon de eso, o de hecho no tienen ganas de entrar en conceptos técnicos, hay un ejercicio súper práctico para al menos tener noción de si están eligiendo adecuadamente los colores al vestir. Haz estas dos pruebas y listo.
- Pararse frente al espejo y probarse unos accesorios de color dorado, y luego de color plateado. Automáticamente verán como uno de estos te genera más luz en el rostro, incluso ocultando cualquier desbalance de color. Mientras que con el otro notarás que se marcan aún más las ojeras, granitos, y en algunos casos hasta aparecen manchas rojas. Parece muy loco, pero ese es el efecto del color erróneo sobre nuestra piel. Si queda mejor el dorado, eres piel cálida, y si va mejor el plateado, eres de tonalidad fría.
- El segundo ejercicio es más bien una pregunta. ¿Te bronceas al tomar sol? Ojo! hay una diferencia entre ponerse roja y tomar color bronceado, o sea ese que dura más de un mes en la piel. Esto también te ayudará a descifrar si eres cálida o fría. Las pieles frías no se broncean, mientras que las cálidas si.
Una vez que ya sepan definir son frías o cálidas, les recomiendo que se fijen en colores según estas características. Por ejemplo las pieles cálidas se llevan mejor con el beige, marrón, vino, verde oliva, mostaza, naranja y coral. Las pieles frías van mejor con los neutros como blanco, negro, gris y también colores intensos como rojo, azul, fucsia, morado. Por otra parte se llevan bien con los tonos pasteles.
Como ven hay mucho por explorar y ese “instinto” del que hablábamos al principio de este post tiene que ver con que mientras más conscientes o atentas están a su tono de piel, ojos y cabello, más fácil se les hará identificarse con los colores que les quedan bien. Si quedaron con más ganas de saber del tema, pueden pasar por acá y acá donde hay detalles.
