La tienda Selfridges debió disculparse publicamente luego de una desagradable vidriera en su boutique de Manchester con una prenda del fallecido diseñador Alexander McQueen. No por la prenda en sí, sino por la forma en la cual estaba representada en la vidriera.
Con la repentina muerte del diseñador este año, el mundo de la moda se paralizó momentaneamente, despegándo de su sorpresa con un sinfin de homenajes y tributos que recorrieron el mudno entero. Desde murales, hasta video clips, pasando por desfiles, y colecciones enteras, producciones fotográficas y tapas de revistas, con el objetivo de devolverle al genial diseñador todo aquello que le otorgó al mundo de la moda. Incluso su colección de pertenencias de Isabella Bow fue subastada por separado, pero su fiel amiga (y multimillonaria) Daphne Guinness la adquirió toda por completo, deteniendo así la subasta, porque consideró que no era el momento para fraccionarlas ni venderlas. Así lo convirtió en «Isabella Blow’s Work of Art», para que todos podamos conocer una parte de Isabella, y de McQueen.
En la vidriera del local de Selfridges, el vestido de McQueen aparece colgado de un marco que se parece a la esctructura que se utiliza para jugar al ahorcado. El mundo de la moda nuevamente se altera con comentarios y expresiones de incomprensión a porqué una marca de indumentaria presentaría semejante vidriera, cómo es que fue aprobada, y pidiendo algunos no sólo una explicación sino la reprimenda del encargado de esa vidriera.
Para quienes aún no lo sepan, el diseñador Alexander McQueen fue encontrado ahorcado en su propia casa, lo que explica la razón de los enojos de los fashionistas.
Fotos: Styleite
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