Estoy enamorada de México. A primera impresión, cuando llegas es todo tan parecido y a la vez tan diferente a Buenos Aires. Mi primera reacción fue tenerle miedo. Hay mucha gente por todos lados, todo el tiempo. Movimiento constante. Ruidos y gritos (porque los vendedores ambulantes están todo el tiempo gritando a viva voz lo que venden) que con el paso de los días se convierten en una música sin la cual DF no sería lo que es: encantador.
Como viajé sola, para ir a Teotihuacán (las Pirámides del Sol y de la Luna) me contraté un tour que recomiendo 100%. En comparación con otros que había averiguado no es caro, sale 550 pesos mexicanos y te incluye también el almuerzo post recorrido, y una visita a la Basílica de Guadalupe. Además realizamos otras paradas en el camino como la Plaza de las Tres Culturas y la Plaza Garibaldi, donde está el Museo del Tequila, y también en otros pequeños espacios-joyita que no van todos los turistas, como por ejemplo la casa del joyero Don Rafael que fue quien hizo el famoso collar de Titanic, o un lugar donde se pueden ver los perros descendientes de los Aztecas y el trabajo en piedras obsidianas (y hacer degustación de tequilas). Les dejo los datos del tour debajo. Con ellos solo hice este tour porque no tenía muchos días, pero hubiese recorrido toda la ciudad. Me encantó.
En esta ciudad hay muchísimo para caminar y escalar así que nada de tacos, sandalias, plataformas, vestidos o carteras. (Les juro que vi mujeres vestidas así, ¡no las entiendo!!!). El clima los días que estuve fue muy cambiante. Por la mañana mucho frío, luego podría hacer calor (o no), después cerca de las 4/5 de la tarde llovía y luego o volvía a salir el solo o se hacía de noche. Me costó muchísimo embocarle con los looks.
Para ir a Teotihuacán me puse un pantalón negro bien finito, con una remera negra (ahí estuvo mi primer error porque -por suerte- salio el sol ese día y me morí de calor, quizás blanca hubiera sido mejor opción). A la mañana cuando salimos estaba más fresco y me puse un sweater mangas 3/4 con una pashmina. Accesorios: mis zapatillas de correr y la mochila de Met&Ture comodísima. Adentro de la mochi llevé una botella de agua de 2L, la cámara, plata (duh!), protector solar y un pilotito que se hace mini.
Entre la primera pirámide (Templo de Quetzacoalt) y la última pirámite (De la Luna) hay 3km, que se recorren subiendo y bajando unas escaleritas de 10 escalones aproximadamente, de piedras gigantes, totalmente incómodos. En el último tramo de la Pirámide del Sol hay que escalar unos 3 metros porque no hay escalones.
Vale la pena el esfuerzo físico, llegar hasta arriba y ver ya sea las otras pirámides, el campo y el paisaje de lo que fue en algún momento la ciudad de los Aztecas. Cabe aclarar que ellos no construyeron Teotihuacán, sino que la encontraron así, y crearon una serie de leyendas acerca de por qué los habitantes anteriores habrían construido las pirámides, allá por el 100 aC.
Agencia de Viajes Roldan Tour and Travel. Tel. 5512-1435.
viajesroldan.com.mx
