“Para ser fotógrafo lo más difícil es encontrar quien eres,” dice Mario Testino durante la conferencia de prensa que dio el jueves por la mañana en el Malba. Desde los asientos, todos afirmamos con una mirada, movimiento de la cabeza o una sutil respuesta casi silenciosa. Porque todo aquel que quiere vivir de su arte, sea fotografiar, pintar, hacer música o escribir comprende que no sólo el nombre que acompaña la obra es una firma sino el estilo inigualable que se repite como un sello.
En la muestra In Your Face, que originalmente fue pensada para Boston pero que ya recorrió el mundo, la selección de fotografías busca dar en la tecla de lo controversial, la seducción y un juego de luces y sombras que va más allá de la técnica fotográfica. A tamaños imponentes, iluminadas desde atrás y con las salas a oscuras, el efecto que generan las imágenes de la muestra es como si uno se metiera a caminar por dentro de una computadora, sumergido en otra dimensión donde sólo existe el mundo por Mario Testino.
“A veces no tenemos control sobre quienes somos, guapos, altos, inteligentes,” explica Testino al hablar de su infancia. Para él, ser peruano y mudarse a Londres cuando era casi todavía un adolescente fue un gran cambio, pero uno que quería desde chico.
Su acercamiento a la moda empezó a los 16 años cuando viajaba como traductor de su padre a Estados Unidos y “de premio” lo llevaba de compras. “Traía de regreso unas diez maletas, 7 para mi y 3 para mis hermanas. Entonces, las revistas me pedían la ropa.” Sin embargo, no fue hasta su llegada a Londres que se planteó una carrera como fotógrafo.
Se anotó para estudiar fotografía y tener así su visa mientras buscaba su camino en la capital inglesa, pero a los pocos meses el profesor se muere. A partir de allí, comenzó a trabajar de asistente y buscó un segundo trabajo como mozo. Casualmente (o no), sus compañeros eran aspirantes de actores y modelos, y él les hacía los retratos “porque no tenía otra cosa que hacer”. Y así entre necesidad y destino, empezó a acercarse cada vez a quien es hoy.
“Lleva tiempo encontrar quien eres porque la imagen es válida cuando puedes decir algo que otros no,” detalla el fotógrafo. “Yo quería ser Vogue pero no me contrataban y un editor me dijo: ‘Para que una foto sea tuya debes crear algo con esa modelo, que otros no tienen’.”
Auténtico, abierto a las preguntas, muy divertido e intrigante a la vez, Testino confiesa algunas de sus anécdotas que no suele contar, como por ejemplo que Christian Lacroix le recomendó una vidente y que terminó llorando. Y aclara: “Esto no lo cuento pero como somos latinoamericanos, nos entendemos”. Aunque estemos sentados un poco más abajo que él ya nos sentimos un poco más a su altura, aunque sea por un instante, y nos sentimos parte de su obra cuando nos pide que levantemos las manos para una foto que saca durante la conferencia.
Cuando en 1997 buscaban un fotógrafo para retratar a Lady Di y lo convocaron, él vio más un problema que un premio. Y fue Hamish Bowles quien le dijo que “esto te va a cambiar la vida”. Y así fue. Si bien confiesa que tiene cientos de fotografías de la princesa, ninguna de estas llegó a la selección final de su muestra, así como los retratos que ha tomado de otras figuras de la realeza. Sí están Kate Moss, Madonna, Lady Gaga, Gisele Bundchen, Tom Ford, Anna Wintour, Josh Hartnett, Angelina Jolie, Brad Pitt, Ashton Kutcher y una larga lista de modelos que posaron para él en editoriales de moda.
“Por más que tenga ya 32 años de carrera, yo nunca me siento seguro,” dice Testino cuando se pone serio contando la historia que realmente le cambió la vida. Entre las preguntas que le hace Iván de Pineda, siempre recuerda algo de su padre, como uno de sus mejores consejos: “La gente trabaja 5 días para disfrutar el fin de semana. Pero, ¿no sería mejor hacer los 5 días algo que te gusta?”. Testino lo tomó como su leit motiv y, aunque se confiesa suertudo, sabemos que su éxito va más allá de la suerte.
Para entenderlo, pueden visitar la muestra hasta el 16 de junio en el Nivel 2 del Malba, con visitas guiadas los miércoles, viernes y domingos a las 17hs.
Valor de la entrada
General: $45.
Estudiantes, docentes y jubilados (o mayores de 65 años) con acreditación: $23.
Menores de 5 años: sin cargo.
Personas con discapacidad: sin cargo.
Clientes Citi: 25% de descuento.
Clientes Samsung Smartphones: 2 X 1 en entradas.
Socios Club La Nación Premium: 2 X 1 en entradas.
Miércoles:
General: $23.
Estudiantes, docentes y jubilados (o mayores de 65 años) con acreditación: sin cargo.
Personas con discapacidad: sin cargo.
