Fines de septiembre y Emma Watson da un discurso en las Naciones Unidas que promueve su campaña “He for She”, una propuesta de revalorizar el feminismo al punto que no haya más desigualdad.
La actriz, a poco de haberse graduado de la universidad, fue nombrada Women Goodwill Ambassador y esto le dio el lugar y momento para globalizar una nueva definición del feminismo. Una que no implique una política anti-hombres y que no indique agresión. Una que se despegue de lo que significaba a principios de siglo XX, por ejemplo, con las mujeres que pedían a gritos el sufragio femenino, o a fines de los años 60 cuando el motivo eran las igualdades culturales, como el acceso a la educación superior.
A 14 años de entrado el siglo XXI, el feminismo recobra un nuevo debate pidiendo libertades y derechos iguales para hombres y mujeres. Y son los famosos y las marcas de lujo las que se suben a esta campaña, jugando con los límites del marketing y la moda. A Emma Watson se han sumado Beyoncé, Taylor Swift y hasta Karl Lagerfeld cuando cerró su reciente desfile con una marcha de carteles llevados por bellas y reconocidas modelos. El mensaje quedó viralizado a nivel mundial.
¿Será acaso este el camino para unir a hombres y mujeres en la búsqueda de las libertades compartidas?
Ser feminista no quiere decir que las mujeres odian a los hombres. Tampoco que los hombres odian a las mujeres. Significa que cada día luchamos por nuestros sueños, por lo que amamos y lo que deseamos, y lo hacemos dando lo mejor que podemos en libertad. La misma libertad para todos los géneros en pos de un mejor futuro para todos los que vivimos en el mundo.
Betsy.-
*Artículo original publicado en la Revista Slm de octubre 2014
