Las mujeres nos cuidamos todo el tiempo. Nos hidratamos el cuerpo y el pelo y muchas veces olvidamos lo importante que es atender nuestras mano. Desde Bless, cuentan por qué deberíamos empezar a hacerlo.
Las manos son nuestra carta de presentación. Hablan por nosotros. Por las manos podemos ver qué tipo de trabajo hacemos, si tenemos hijos, o cuidamos las plantas. Son las delatoras de la edad. Las usamos para expresarnos cuando las palabras no alcanza, acompañan nuestra seducción pero también son las primeras en dañarse porque están constantemente expuestas a diversos factores que generan que la piel se dañe y pierda su salud.
La marca investigó los factores que afectan la apariencia de las manos, y no nos sorprende que el responsable es el sol con su radiación. Pero también, los cambios de temperatura (como entrar y salir de la oficina con aire acondicionado), el uso de detergentes o químicos y otras agresiones externas.
Internamente también pasan más cosas que terminan afectando cómo se ven las manos. Por ejemplo, la edad, los cambios hormonales y la propia genética, que se suman a que con el paso del tiempo, la piel de las manos que es más frágil que el resto del cuerpo vaya perdiendo más rápidamente su elasticidad, resecándose y envejeciendo.
A todo eso, le sumamos la alimentación, la falta de vitaminas o minerales que afectan la humectación en la piel. Con un cuidado diario e intensivo podemos recuperar el estado de las manos, nutrirlas e hidratarlas. Entre nuestros productos favoritos están los de Bless, que acompañan las líneas para cuerpo y las fragancias.