Una de las preguntas que más recibo es qué pasos debe tener una rutina de belleza, y la respuesta va a depender de distintos factores. En esta nota vamos a hablar de los pasos, las distintas necesidades y cómo armar tu rutina de cuidado facial.
Lo primero que necesitas saber es qué tipo de piel tenés, más allá de seca o grasa. Si tenés piel sensible o atópica, con arrugas o líneas de expresión, con manchas o acné, entre otros. Esto podrás diagnosticarlo con un especialista, sea dermatólogo o dermocosmiatra.
La rutina de belleza diaria debería tener 4 pasos: Limpiar, tonificar, hidratar y proteger.
Paso 1 – Limpieza facial
Por la mañana debemos limpiar la piel y podemos hacerlo con un producto que sea espuma, gel, crema, o si te animas en aceite, depende del tipo de piel. Lo aplicas con movimientos circulares y lo enjuagas con agua tibia. No frotes tu piel para secarla con toalla, sino más bien con suaves toques. Te dejo un artículo con mis recomendados de limpieza facial para piel mixta.
Por la noche, primero desmaquillamos. Acá hay infinitas opciones: toallitas, bifásico, agua micelar, crema o aceite. Este paso es importante aunque hayas usado solo una BB Cream o protector solar con color. Pero si no usaste nada de maquillaje también, porque la piel retiene toda la contaminación ambiental. Para limpieza facial con aceite, te recomiendo el de Burt’s Bees que es muy amigable. Después de quitar el makeup limpiamos nuevamente como a la mañana.
Te dejo esta nota con mis 5 must-have de limpieza facial, donde seleccioné 5 productos que me encanta usar para limpiar la piel.
Al menos una vez por semana sugiero hacerte una exfoliación, para limpiar más en profundidad. Asegúrate que sea de granos pequeños y no demasiado fuertes, y enjuaga siempre con agua tibia. A eso podés sumarle mascarillas solas o combinadas en multimasking, tanto detox y de limpieza como unas sheet mask hidratantes.
También una vez por mes, sumaría una limpieza facial con esteticista, que incluya peeling y microdermoabrasión. Te dejo el dato de las mascarillas y las limpieza que me hago yo en Yellow Beauty Center.
Paso 2 – Tonificar
Es dificil dar con el tónico facial que va con nuestra piel y nos gusta. En una época usaba uno de Lancôme para piel mixta que tenía arcilla y me encantaba porque desaceleraba la producción del sebo. También tuve uno de Clinique con astringente, para piel mixta. Ambos me funcionaron muy bien.
Qué hace el tónico: prepara la piel para recibir todos los productos de hidratación que vamos a usar después, y según las funciones específicas puede ayudar a iluminar o limpiar en profundidad los poros.
Hoy estoy usando uno iluminador de Burt’s Bees que va con todo tipo de piel. Ayuda a emparejar el tono de la piel.
Paso 3 – Hidratar
Este paso puede ser tan largo como vos lo prefieras. Podés usar solamente una crema hidratante en rostro y ojos y darlo por terminado o sumar otros productos como aceites, concentrados, serums, brumas u otros tratamientos específicos.
Para ordenarlos deberás ir desde el producto más líquido hacia el más consistente. Generalmente el orden suele ser: aceite o concentrado, serum, gel, crema. Podes tener una rutina más compacta para el día y otra más intensa para la noche, por ejemplo.
A quienes tenemos o tuvimos piel mixta los aceites nos dan un poco de pánico. A no temerle. La forma correcta de uso es 2 o 3 gotitas en la yema de los dedos, frotarlos entre las dos manos y aplicar con toquecitos sobre todo el rostro. El uso de aceites y concentrados ayuda a mejorar considerablemente la piel.
Luego pasamos a los serums. Y acá también podés usar uno o varios y los ordenas del más líquido al más firme. Entre cada producto es importante que dejes absorber bien. En este paso podés aprovechar para usar Vitamina C, por ejemplo, o algún tratamiento específico anti-age si estás usando. A mi me encanta también sumar Ácido Hialurónico porque ayuda a retener la humedad de la piel. Lancôme tiene un serum que va perfecto con las pieles más jovenes, te dejo una reseña aquí de ese producto.
También podés sumar serums o cremas ultralivianas específicas para el acne, si esa es tu problemática, y dejar que se absorban bien antes de usar algún otro producto. Por mucho tiempo mi favorito para los granitos fue el Effaclar Duo + de La Roche Posay y su textura bien liviana te permite luego usar alguna otra crema.
Luego pasas a la hidratación con tu crema de día o de noche. Acá la textura va a ser clave dependiendo del tipo de piel que tengas, y hay tantas cremas que a veces decidirse es complejo. Mi recomendación es tener una para el día y otra para la noche, y que la que uses de día tenga SPF. Si tenés tendencia al brillo, algunas crema matificante con hidratación. Aunque tengas la piel grasa, necesitas hidratarla. ¡No lo olvides! Para las cremas de noche me gusta que sean más consistentes y que tengan algún componente anti-age.
¡No te olvides de los ojos! Hay que cuidarlos con igual detalle y atención. Es importante que no uses en el área de los ojos productos muy secantes ni exfoliantes o mascarillas. Pero, sí productos específicos para el área que es la primera en denotar nuestra edad. Usá un serum y una crema para estar segura que los estás cuidando. Acá también podés tener una rutina más intensa para la noche, y otra más suave para el día.
Paso 4 – Protección
Para prevenir el envejecimiento y cuidar nuestra piel, el protector solar necesita ser un paso de todas las rutinas diarias. No podemos confiarnos solamente en el SPF que traen las cremas o las bases. Acá sumamos alguno para matificar, por ejemplo, o con un poco de color.
Si te interesa sumar más pasos, te comparto la rutina Coreana de Kathy Stryzak del Blog Da Pimpa que explicó todo en su video reciente que son los 12 pasos que hace en su día a día y cómo le cambió la piel.
De mi parte, suelo compartir en Instagram mi rutina completa de día y de noche cada vez que la actualizo, o sumo productos nuevos. Quedate atenta y suscribite en Instagram al #BetsyBeautyPicks así no te perdés de nada.