La primera jornada del BAFWeek empezó con un desfile privado de Prüne, en una sala de La Rural, un poco alejada del resto.
Mientras las modelos ensayaban las últimas pasadas, prensa e invitados podían tener un preview a través del vidrio del salón. Una vez adentro, la pasarela tenía forma de rombo, y las modelos entraban por los costados alternando un lado y el otro. Paraban en cada esquina y en el medio para los fotógrafo. Imposible no prestar atención a los detalles de la marca de carteras, zapatos y vestimenta de cuero. La propuesta: contrastar chaquetas de colores (azul o bordó) con looks en tonos neutros, jugarse con pieles estampadas en animal print o con cueros de cocodrilo o lagarto.
Unas cuantas horas después, con recorrida de showroom de por medio, fue el turno de Vicki Otero y sus prendas a temporales. Con un fuerte foco en la sastrería, metier que ya tiene masterizado, la colección abordó una paleta de invierno en negro, beige y borravino. Volúmenes con detalles en los hombros y faldas acampanadas, se acompañaron con experimentación en la molería desde elementos folclóricos que incluyeron, por ejemplo, un detalle de choclos pintados.
Previo al desfile, como parte de los Micros de Natura, Atilio Paez, diseñador de Catamarca se encargó de presentar largos tapados con estampas étnicas y pompones.
En otras de las salas, Las Pepas se inspira en la lencería y la ropa de cama para jugar entre looks delicados bien girly, y una onda más sexy. Lentejuelas sobre corpiños, vestidos largos con brillos y otros más cortos en cuero negro.
Amores Trash Couture dio mucho que hablar. Un desfile diferente a lo que se había visto estos días en la semana de la moda porteña, con mini actings que acompañaban los looks. Primero, una modelo camina adelante de un pizarrón negro transportado por dos modelos masculinos enmascarados. Termina de caminar, se da vuelta y escribe con tiza ATC (sigla de la marca). Otro, dos modelos con looks de uniforme escolar llegan con sus pupitres, se sientan y se divierten. Luego, la abanderada con escoltas. Suena el timbre del colegio. Y todo el curso camina con delantal negro y blanco hasta el final de la pasarela.
El cierre del día lo tuvo Kosiuko, que dejó el mensaje “Paz en la Tierra” al final de las pasadas. Mucho negro, brillos y pieles, contrastes y transparencias. La seducción está en juego y se exalta la silueta femenina pero con aires masculinos. La colección se llama New Luxury y combina gasas, encajes y cueros con neopreno y paño. Tops cortos, pantalones ajustados y una paleta de neutros que vira al gris oscuro y azul noche.
