Desde el principio del mandato de su esposo, la primera dama Michelle Obama fue titular por su vestuario. Entre sus marcas y diseñadores elegidos se encontraron el oriental Jason Wu, Moschino, Oscar de la Renta, Rachel Roy, entre otros. Y entre las sorpresas de su admirable guardarropas, un vestido de Alexander McQueen, fue uno de sus últimos elegidos.
Claro que siempre hay críticas. Es que hay entre la prensa estadounidense quienes plantean que la primera dama norteamericada debería vestir solo diseñadores de su país, y quienes no siempre están de acuerdo con sus elecciones de atuendos y diseñadores. A lo que ella responde que su elección de vestuarios es independente de la marcas y a los diseñadores, sino que elige aquello que le gusta más a ella, como cualquier otra mujer.
“I like to patronize American designers, and the vast majority of the clothes that I wear are [designed by Americans.] But there are a lot of other designers that have cute stuff, too,» explicó Michelle Obama.
Y hay más. La primera dama eligió para una aparición en TV un vestido de H&M. Claro, este vestido quedó agotado al día siguiente en la marca. Si eso no es promoción para las masas, ¿qué es?