El sábado a la tarde, 20 diseñadores de la Escuela Argentina de Moda presentaron sus colecciones conceptualizadas en sus nombres y apellidos, «verdaderos diseñadores de Autor». Cada diseñador buscó presentar su marca y su ideología, con el fin de mostrar el diseño argentino con sello de autor.
Maria Ines Sanchez mostró una colección con estampas ópticas sobre vestidos y prendas ajustadas, y se destacaron las manijas de acrilico en carteras.
Ariel Alonso eligió dar unas puntadas fuertes en la línea del cuero, con cierres a la vista. Los escotes se llevaron pronunciados, los zapatos metalizados y los pantalones bien ajustados.
Con colores pastel y prendas donde sobresalen las texturas, Giulana Arrigo creó looks con cuellos peter pan, flecos al frente y espaldas satinadas.
Los diseños en blanco y negro con transparencias vinieron de la mano de Liz Bracchi, en una colección donde se incluyó el lurex tanto en leggings como en vestidos.
Rosa Bucher Abate creó un retro chic donde los colores variaron entre intensos pasteles y neutros totales. Las estampas y los dibujos sobre pantalones tuvieron un lugar predominante, y acompañaron remeras manga larga con charreteras y faldas con relieves.
La colección «Sunny Isles» de Diego Vezca se inspiró en el lujo y los colores de Miami. Vestidos con peplum y en colores vibrantes, pantalones con estampas satinadas y vestidos de colores con volados en negro formaron su propuesta. El diseádor, además, pudo vestir a una de las Mujeres del desfile a beneficio de FUCA. Click aquí para leer la nota.
Los cortes geométricos y las estampas en color block de combinaciones inesperadas fueron parte de los diseños de Silvina Dominguez.
Vestidos de fiesta por Leticia Espinosa, en blanco con negro y su versión de color invertido. Los cortos se llevan por la rodilla, y moños que unen las líneas por delante o detrás.
Con el clásico de Edith Piaf, «Rien de rien», marcando el ritmo de sus pasadas, la paleta de la colección de Maria Catalina Freite tuvo su base en negro y metalizado. Los vestidos de aires retro llevaron los cortes de la cintura a las caderas y se marcaron con anchas tiras en dorado, mientras que las transparencias se lucieron en maxivestidos y espaldas.
También con aires retro, la alta costura de Romina Fumagalli tuvo su gran partida de vestidos de fiesta. A lunares, plateados, con cinturas marcadas, escote halter, en azul o rojo y con estampas florales neón.
Carpe Diem de Nadia Garcia tuvo una paleta apagada en gris y negro, en faldas o blusas con transparencias que para el último look se transformaron en un vestido color ocre, con cortes irregulares. Todo mientras sonaba de fondo Lana del Rey.
Otra paleta bien oscura fue la de Sol Gordon, con chaquetas que llevaron detalles de recortes en los hombros de chaquetas, y estampas que se vieron superpuestas e intercaladas con tonos plenos.
Inspirada en los cuadros surrealistas, Jessica Kulesz creó vestidos de alta costura con un fuerte estilo rococó barroco, en donde la paleta de colore se vio exaltada en fucsia y verde.
La paleta blanco y negro llegó en formato descontracturado con Antonella Lamar. Faldas ajustadas al cuerpo con apliques de mini tachas doradas, pantalones pitillo con detalles a los costados, camisas blancas con recortes y un gran detalle en los cuellos de camisa, son algunas de sus propuestas.
Hernan Lescano presentó una línea que llamó «C’est la vie», con muchos satinados y texturas con apliques y recortes.
También presentaron diseños Solange Morales, con mucho rock, la línea Sans Culotte de Paola Oviedo, inspirada en Frida Khalo donde el color fue protagonista, Teresina Rossini con sus novias rococó, Catalina Terrible que utilizó estampas de constelaciones con destellos, «Universos opuestos» de Yanira Titos que dio importancia a los peplums y las estampas pied de poule mientras sonaba el violin del tema «Roxane», y por último, Israel Fitgeral Suarez con su inspiración en el clásico del cine, Titanic, que tuvo su reestreno en HD el año pasado.
Cada propuesta fue realizada desde un pensamiento constructivo innovador, con diseños inéditos y de la mano de la tecnología como calados láser, estampación por termo-fusión, sablones, experimentaciones textiles y morfológicas.
El resultado final fue un producto comercial y sustentable a la vez, y que fue pensando en un usuario real.
