Con una propuesta apta para mujeres de todas las edades, la diseñadora se dio el gusto de explorar una amplia paleta cromática que jugó con looks urbanos en color block y fue suavizando el tono hacia los looks de noche donde se impusieron las sedas satinadas y las paillettes.
Del negro al rojo, los colores neutros fueron sumando poder hasta explotar en una fuerte paleta en azul eléctrico, acompañados de accesorios en dorado y con brillos. Para el día, las tachas adornaron desde carteras hasta zapatos, y los abrigos se llevaron con cuellos tejidos.
La noche irrumpió con pantalones sastreros, blusas de seda satinadas, paillettes y detalles de brillantes.
*Artículo publicado al finalizar el desfile
*Artículo publicado minutos después del desfile
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