Cerca del medio día, el miércoles 13, la tradicional avenida porteña se llenó de caballitos plateados que sobrevolaban las cabezas de un selecto grupo de periodistas y bloggers.
La nueva tienda de Hermès abrió sus puertas en una nueva dirección, en el cruce de Ayacucho y Av. Alvear. Una gigante esquina ubicada frente al Hotel Alvear y que supo ser el hogar de otra marca francesa tiempo atrás.
Las vidrieras se aprecian desde la esquina de enfrente. Fueron diseñadas especialmente por la artista franco-argentina Luna Paiva. De aires silvestres y con intervenciones de productos de la marca, el resultado es muy alegre.
Adentro, carteras, botas, sombreros, camisas y los infaltables carrés son la población perfecta de esta selva de cueros y productos premium.
El edificio es una obra de Francisco Salamone, de los años 30. El arquitecto dejó un legado de 80 obras que concretó entre 1936 y 1940, en toda la provincia de Buenos Aires. Si bien bajo las órdenes del gobernador de Buenos Aires de aquel entonces, Manuel Fresco, la idea era construir edificios públicos, esta fue una de los pocos privados que realizó.
Una mezcla entre arquitectura moderna y el delicado arte clásico francés de Hermès que se posa en una mítica esquina de Buenos Aires.
